Consiste en un elemento de fijación interno (acero inoxidable, fibra de carbono, vidrio …) recubierto con una malla de poliéster, en la que se inyecta un mortero especial en condiciones de baja presión.
Usando agua como elemento de mitigación, se pueden crear rápidamente elementos de prevención y aislamiento, especialmente útiles ante riesgo de explosiones