¿Qué es y en qué consiste la hidrodemolición de hormigón?
Cuando las estructuras de hormigón requieren reparación, acondicionamiento, reestructuración o demolición, actualmente, podemos recurrir a dos tipos de soluciones: demolición por percusión o hidrodemolición.
A diferencia de los métodos tradicionales, que pueden ser más agresivos y causar daños colaterales, la hidrodemolición emplea agua a alta presión para desintegrar el hormigón. Con lo cual, se reducen considerablemente los riesgos de dañar los refuerzos de acero y de que se produzca la dispersión de polvo y escombros, por lo que se trata de una opción más limpia y más segura. Especialmente recomendable para proyectos sensibles como puentes, túneles y estructuras históricas.
¿Qué es la hidrodemolición?
La hidrodemolición es una técnica moderna y altamente eficaz que permite eliminar el hormigón deteriorado o no deseado de manera controlada y precisa. Un método que ha ido ganando popularidad en los últimos años gracias a su capacidad para mantener la integridad de las estructuras subyacentes al tiempo que elimina el material objetivo.
Esta técnica surgió como alternativa a los métodos tradicionales de demolición, como el martilleo o el uso de explosivos, que, con frecuencia, causaban daños colaterales, además de riesgos adicionales para los trabajadores y el medio ambiente. Además, con el tiempo ha ido evolucionando gracias a los avances tecnológicos, permitiendo un control y una precisión cada vez mayores.
A través de una máquina especializada, el agua es proyectada con tal fuerza que es capaz de romper el hormigón, pero de manera controlada y sin afectar los elementos estructurales que deban ser conservados.
Generalmente, este tipo de equipos incluyen bombas de alta presión, robots controlados a distancia y sistemas de boquillas que direccionan el chorro de agua. Pudiendo ajustarse para cambiar la presión y el flujo de agua en función del tipo de hormigón y del nivel de deterioro.
¿Para qué sirve la hidrodemolición?
Gracias a su capacidad para eliminar hormigón de manera selectiva y precisa, la hidrodemolición cuenta con una amplia variedad de aplicaciones dentro del sector de la construcción y rehabilitación de infraestructuras.
Rehabilitación de puentes
Uno de los usos más comunes de la hidrodemolición es en la rehabilitación de puentes. Con el paso del tiempo, el hormigón de los puentes puede deteriorarse debido a la exposición a los elementos y al tráfico constante. Esta técnica permite eliminar las secciones dañadas sin perjudicar a la estructura del puente, facilitando la reparación y prolongando su vida útil.
Restauración de estructuras históricas
La hidrodemolición también se utiliza para restaurar edificios históricos sin causar daños a las secciones que deben preservarse. Especialmente útil para eliminar capas de hormigón añadidas en renovaciones anteriores que no son compatibles con los materiales originales.
Preparación de superficies para nuevas capas de hormigón
Otra aplicación habitual es la preparación de superficies para la adición de nuevas capas de hormigón. La hidrodemolición puede crear una superficie rugosa y limpia, ideal para asegurar una buena adhesión entre el hormigón nuevo y el existente. Esto es crucial para garantizar la durabilidad y la integridad de la reparación.
Ventajas de la hidrodemolición
La hidrodemolición ofrece múltiples ventajas sobre la demolición por percusión tradicional en la industria de la construcción:
Preservación de la integridad estructural
Al utilizar agua a alta presión, se reducen los riesgos de daño en las barras de refuerzo y se evita el resquebrajamiento del hormigón, preservando así la integridad de la estructura. Esto resulta crucial, por ejemplo, en puentes y edificios históricos, donde la demolición tradicional podría causar daños irreparables.
Reducción del impacto ambiental
Comparado con la demolición por percusión, la hidrodemolición genera mucha menos cantidad de polvo y escombros. Además de reducir la dispersión de partículas en el aire, el uso de agua para desintegrar el hormigón también mejora las condiciones de trabajo, reduce los riesgos para la salud de los operarios y facilita la gestión y la eliminación de los residuos. Gracias a ello, es posible cumplir con la normativa de sostenibilidad ambiental del proyecto.
Precisión y control
La hidrodemolición permite ajustar la presión y el flujo del agua con precisión, permitiendo una eliminación del hormigón totalmente controlada. Esto resulta fundamental en aquellos proyectos en los que es necesario conservar partes específicas de la estructura o trabajar en espacios confinados.
Seguridad mejorada
Al eliminar el uso de herramientas manuales pesadas y explosivos, la hidrodemolición reduce el riesgo de accidentes. Además, la disminución de vibraciones y niveles de ruido proporciona un entorno de trabajo más cómodo y seguro para los operarios, mejorando así la productividad y el bienestar en el lugar de trabajo.
¿Cómo se lleva a cabo la hidrodemolición?
El proceso de hidrodemolición incluye varias fases clave que garantizan un proceso de eliminación selectiva de material más eficiente y controlada.
Preparación del sitio
Antes de comenzar los trabajos, es necesario llevar a cabo una evaluación del paramento a hidrodemoler en profundidad, para identificar cuáles son las zonas en las que hay que actuar y en qué medida en cada una de ellas. Esto incluye desde inspecciones visuales hasta el uso de tecnología de escaneo para determinar el nivel de deterioro del hormigón.
Configuración de equipos
Una vez que hayas identificado las áreas a tratar, es necesario configurar los equipos de hidrodemolición, ajustando la presión del agua en las bombas de alta presión y seleccionando las boquillas adecuadas para el tipo de hormigón y el tipo de demolición que se requiere. Los robots pueden ser programados para seguir trayectorias específicas, garantizando que la eliminación selectiva del material sea más precisa y uniforme.
Ejecución del proceso
Durante el proceso, el agua a alta presión se proyecta sobre el hormigón, penetrando en el mismo y desintegrándolo sin dañar las barras de refuerzo o las estructuras aledañas. Los operarios deben monitorizar el proceso constantemente, teniendo la opción de ajustar los parámetros cuando sea necesario y garantizar que se cumplan los objetivos del proyecto.
Limpieza y gestión de residuos
Una vez finalizada la hidrodemolición, debe realizarse una limpieza del sitio en profundidad para eliminar los restos de hormigón y el agua residual. Los sistemas de contención y filtración garantizan que los residuos sean manipulados de manera segura y respetuosa con el medio ambiente.
Inspección y finalización
Finalmente, se realiza una revisión para comprobar que el hormigón deteriorado ha sido eliminado por completo y que la superficie está preparada para realizar cualquier trabajo de reparación o rehabilitación. Fundamental para garantizar la calidad y durabilidad de las reparaciones realizadas.
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2/07/2024